Otros, en cambio, se pueden llegar a aburrir de verlas.
En el caso que nos ocupa, realmente me cuesta mucho imaginar que nadie pueda cansarse de ver algo así a diario incluso.
Sí, es un automóvil.
En efecto, es una obra de arte que te traslada envuelto en una nube a donde quieras ir.
La cuestión no es "a dónde", si no "cómo". Pocas cosas en la vida que conocemos nos harán sentir lo prescindible que es lo material de la manera en que lo haríamos a bordo de tal vehículo.
Por chocante que parezca.
¡Felicidades!, ¡hoy hemos visto uno!

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